Tras muchos años encabezando la lista de las ciudades que más agua embotellada consumen debido a la mala calidad de la que sale del grifo, los habitantes de Zaragoza se abastecerán a partir de esta semana del agua del Pirineo, más saludable y con mejor sabor que la del río Ebro, que tiene un gran contenido de cal, materia orgánica y cloro.
Los depósitos de la potabilizadora de Casablanca en Zaragoza han abierto este jueves sus compuertas al agua del Pirineo, de la que se abastecerá en su totalidad la ciudad y seis municipios del entorno a partir del sábado, después de 225 años de suministrarse desde el Ebro a través del Canal Imperial.
Varios factores han provocado que la calidad el agua de Zaragoza empeorara paulatinamente, hasta convertirse en una de las peores de España. A la presión que ejercen en la cabecera del Ebro las empresas químicas o la planta nuclear que hay en Burgos hay que sumar los vertidos de purines y el exceso de abono en los suelos.
Agua "más saludable"
Desde este momento, el agua que accederá a la red de abastecimiento de Zaragoza está calificada de "excelente" ya que los cloruros, sulfatos y sodio han desaparecido en un 90 por ciento y en un 60 por ciento las sales de magnesio y calcio.
Se convierte así en un agua de dureza media, "más saludable" y mejor para los electrodomésticos.
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